Las tres reglas de oro para abordar mujeres en la vida real
Este artículo no enseña cómo aboardar a las mujeres o seducirlas. En cambio, te mostrará tres reglas particularmente importantes sobre relaciones humanas, especialmente a la hora de ligar mujeres en la vida real. Pero, además de eso, estas reglas te servirán también para las interacciones sociales en general.
Este artículo es especialmente dedicado al tema de abordar mujeres en la vida real desde una perspectiva masculina. Si buscas información sobre cómo seducir a lo femenino, lo encontrarás en otra página de este blog, sobre Blog de Meetero: Trucos de seducción para mujeres Además, a pesar de que las siguientes reglas se aplican también en general, este artículo no cubre las interacciones homosexuales, porque no soy un experto en estos temas.
Regla de oro número uno: Aprovecha las oportunidades en el momento en que se dan, no la dejes escapar
Un elemento importante de esta regla es tomado en préstamo de la comunidad de los artistas de la seducción (o artistas venusianos). Yo no pertenezco a esta comunidad, pero esta regla es parte de un concepto mucho más general y profundo. Pero primero vamos a definirla. Neil Strauss (Sytle), un famoso artista venusiano, la describe maravillosamente. Cito textualmente:
Un hombre tiene tres segundos para hablarle a una mujer después de haberse fijado en ella. Si se demora más, no solamente la mujer pensará que es un rarote que no deja de mirarla, sino que él empezará a pensar demasiado el acercamiento, se pondrá nervioso y probablemente lo echará a perder.
A primera vista, la regla de los tres segundo es acerca de decirle algo a una mujer sin pensarlo tanto, pero, en mi opinión, su significado es mucho más que esto. En su esencia, significa que hay que aprovechar las oportunidades en el momento en que se dan, sin dejarlas escapar, porque es extremamente improbable que se vuelvan a presentar, y, aunque esto suceda, ya tu estado emocional no va a ser el mismo, porque le has dado vueltas al asunto y has desarrollado un sentimiento de ansiedad y una tendencia a sobreanalizar que no te van a asentar nada bien. Mientras que si aprovechamos la oportunidad en el momento en que se presenta, no tenemos tiempo de calentarl el asunto y de desarrollar ansiedad y seremos más naturales a la hora de actuar y decir las cosas. Pero no hay nada mejor que un ejemplo para ilustrar esta idea. Les contaré una historia que un amigo me ha contado justo ayer.
« Días atrás, estaba sentado en un malecón, uno de estos lugares donde la gente se sienta para entretenerse y hay wi-fi para conectarse a internet. De pronto, llega una chica, tenía problemas con una app y me pide ayuda. Yo le dije de momento que debía actualizar la app. Sin embargo la chica me gustaba y también vi en su mirada cierta química que andaba de maravilla conmigo, pero en aquel momento no se me ocurrió nada, no supe aprovechar la oportunidad. Podía haberle dicho que yo sabía como resolver el problema y podíamos encontrarnos en un lugar más cómodo quizás un café o algo así. ¡Y la dejé ir! »
« Al día siguiente volví al mismo sitio, habiendo pensado bastante en aquella chica, cuando de repente vi a una mujer al otro lado de la calle y pensé que era ella. Rápidamente caminé en su dirección para decirle unas palabras que había preparado en mi mente cuando fantaseaba con volver a encontrarla. Pero estaba nervioso, el corazón me latía con ansiedad. Por suerte, cuando me acerqué, me di cuenta de que no era ella. Pero si lo hubiera sido, estoy seguro de que mi actitud habría sido torpe y nerviosa. Habría acabado pareciendo inseguro y necesitado. »
Interesante historia ¿verdad? ¿Cuántas veces quizás, tú mismo viviste situaciones así? De hecho, son bastante comunes y ésta ilustra maravillosamente mi punto de vista. Incluso inspiró este escrito (bueno, no realmente, pero digamos que fue un inicio 😉).
La moraleja de la historia es que mi amigo no aplicó la regla de los tres segundos, desde el primer momento en que encontró a la muchacha, se le podía haber ocurrido algo, pero no se le ocurrió nada, fue lento, y se ilusionó con una segunda ocasión que no sólo era improbable, sino también, ya él no estaba preparado para ella. Si hubiera actuado en el momento, no iba a tener el tiempo de desarrollar ideas fijas sobre el episodio y hubiera actuado de manera mucho más espontánea y segura.
Por supuesto, la regla de los tres segundos no es absoluta y no se aplica a todas las situaciones. Por ejemplo, hay circunstancias en las que el contexto no está claro; quizás la mujer que te interesa está acompañada o simplemente no es el momento adecuado para acercarte a ella por varias razones (como que algo la distrae o su atención está ocupada por otra cosa). Por eso se menciona también la excepción de los tres minutos. El seductor se da unos tres minutos para evaluar la situación antes de intentar algo. La regla de los tres segundos solo se aplica desde la primera interacción con la mujer, que puede ser una mirada, una palabra o cualquier otra cosa. No se aplica antes. Puedes tardar incluso una hora antes de acercarte a alguien siempre que no haya interacción entre tú y tu objetivo. Solo a partir de la primera interacción, la regla de los tres segundos comenzaría a aplicarse; no tiene sentido si no te enfrentas a ninguna ocasión o nunca has mirado a esa chica. Y ahora estamos listos para formular nuestra primera regla de oro:
La primera regla de oro a la hora de abordar una mujer
Las oportunidades deben ser aprovechadas justo en el momento en qué se dan, utilizando la regla de los tres segundos como recordatorio.
Regla de oro número dos: La belleza del hombre está en su mente
Generalmente las mujeres no evaluan a los hombres en base sólo a su apariencia física. Con esto, no quiero decir que no sea importante, verse bien y especialmente cuidado es de gran importancia, sin embargo la sola apariencia no es algo que persiste. Un hombre puede obsesionarse fácilmente con el aspecto físico de una mujer, pero la mujer no funciona así. El aspecto físico en el hombre es como la fuerza. Así como siempre hay un hombre más fuerte que tú, de la misma manera siempre habrá un hombre más atractivo que tú. Y por lo tanto si sólo cuentas con el hecho de tener un aspecto atractivo o musculoso, esto puede atraer a una mujer hasta que aparezca alguien más atractivo o más fuerte. La componente emocional es mucho más protagónica en el mecanismo de la atracción de las mujeres. La personalidad es algo que tiene peso en ambos sexos, pero en un hombre, ella tiene mucho más peso a la hora de atraer a una mujer. La personalidad es importante en ambos sexos, pero si eres un hombre tendrá considerablemente más peso a la hora de atraer a una mujer. Esta es la razón para la cual la mayoría de las plataformas de citas no funcionan y la muchas mujeres le hacen caso a un hombre hasta que no se encuentran con otro más bonito, y también es la razón para la cual Meetero.com, la red donde he sido invitado para escribir este artículo, le da tanta importancia a la calidad de los perfiles.
Una mujer necesita conocer a un hombre para poderse sentir realmente atraida. Una mujer necesita conocer a un hombre para sentirse atraida por él. Conocer su forma de ser, su forma de pensar, su forma de actuar, sus getsos, su inteligencia y un montón de otros aspectos que todo el mundo conoce y no hay necesidad de enumerar. Se dice que el amor en los homres entra por los ojos y en las mujeres por los oidos y esto es totalmente cierto, aunque no se limita - como muchos piensan - a las cosas que un hombre le dice a una mujer. La personalidad se expresa mediante los gestos y las palabras y éstas son el vector más directo para comunicar la forma que tiene un hombre de expresarse y manifestarse en la vida. Conocer a un hombre es lo que atrae a una mujer, por lo tanto si queires seducirla, lo ideal es hacer todo lo posible para que esta mujer conozca tu forma de ser y tu personalidad y te expreses con ella de forma qua a ella le resulte atractiva. Así es como funciona. Por eso más que decir que el amor en la mujer entra por los oído diría más bien que la belleza del hombre está en su mente. Y mente no se limita sólo a la inteligencia y a la personalidad, también esto incluye la experiencia, la madurez, la química, este punto es fundamental, es la base de toda atracción, ¿cuántas veces has oído mencionar esta palabra sin tener una visión completa de su significado?
Por lo tanto la segunda regla de oro es:
La segunda regla de oro al abordar mujeres
Tu mayor belleza está en tu mente. No te aferre únicamente a tu aspecto físico, enfócate también en la química, expresando lo mejor de tu personalidad con las mujeres que te interesan.
Regla de oro número tres: La « dificuldad » de una mujer no depende de su aspecto fìsico.
Mucha gente, sobre todo los que no tienen una alta autoestima, y esto resulta ser el caso de la mayoría (siempre hay algún aspecto de nosotros que no nos gusta), tienen la tendencia en pensar que deben conformarse con ligar con personas cuyo aspecto es similar al suyo (a veces comparamos hasta la edad, además del aspecto). Un hombre que se siente feo, por ejemplo, tiene la tendencia a pensar que las mujeres feas le sean más asequibles y en consecuencia se siente más cómodo a la hora de abordar este tipo de mujeres. En cambio, con los bombones, se siente intimidado, inseguro y torpe. Algunas mujeres también experimentan lo mismo, si bien esto le pase especialmente a los hombres. Y sin embargo este pensamiento no es nada correcto y por varias razones:
- La belleza no es absoluta, depende del observador. Claro, hay casos de personas cuya belleza o fealdad no se discute. Por ejemplo, yo nunca diría que Marilyn Monroe era fea, nadie puede decirlo, ya que esta mujer es históricamente el símbolo icónico de la belleza femenina, sin embargo a mí nunca me ha gustado particularmente, el problema no es que no me gusten las rubias, me encantan, sin embargo no es el caso de ese tipo de mujer. Es una cuestión totalmente subjetiva. Y esto es válido para cualquier persona. Cualquiera de apariencia normal, que no pertenece a ningún tipo de extremo, puede resultar apetecible para algunas personas y depreciable para otras. Esta es la diferencia entre la belleza y la atracción. La belleza es objetiva, la atracción subjetiva. En el sentido que puedo perfectamente reconocer la belleza de algo, incluso si personalmente no me gusta.
- Las mujeres, bonitas o feas que sean, escogen a quien les guste, no a quien tenga la misma apariencia que ellas. Esto no es un préstamo en el banco, no necesita tener puntos para que te den crédito, en las relaciones sociales y románticas, las cosas no funcionan así.
- La belleza no es lo único que cuenta, ni en los hombres, ni en las mujeres. Es perfectamente posible enamorarse de alguien que inicialmente no nos gusta o que físicamente no corresponde a nos gustos y esto es válido por ambos géneros.
- Lograr sentirse feliz con alguien es lo más importante y la mejor forma de lograrlo es saber que existen diferencias y ser capaz de adaptarse a ellas, saber complementarlas.
Seguro, las mujeres más atractivas tienen a más hombres detrás de ellas y esto hace que para ti haya más competencia, haciendo más difícil que estas mujeres se encuentren disponible. Pero, lo repito, si logras captar el interés de una mujer, no importa si hay un millón otros detrás de ella. Si él que le gusta eres tú, ella estará contigo, sin importar si el resto del planeta la quiera. Además, reitero que si alguna mujer te vuelve loco, esto no significa que vuelva loco a todo el mundo de la misma manera, la belleza y la atracción no son valores absolutos. Por lo tanto, siempre deberías luchar por lo que te gusta, no por lo que consideres que esté a tu alcance, porque esta es una forma muy tonta de pensar.
Pero lo más importante de todo es que una mujer está con quien a ella le guste, no importa si esta persona es más bonita o más fea que ella. Una mujer siempre será fácil o difícil en base a su mentalidad o en función de lo mucho o de lo poco que un hombre la atraiga. No es cierto que las mujeres feas o con otros defectos sean más fáciles, cada persona tiene su orgullo e incluso la menos atractiva sin pretendientes puede ser tan difícil o más difícil que un super bonbon que todo el mundo quiere. Además si esta mujer pertenece a otra cultura y/o a otra religión puede ser extremadamente difícil independentemente del hecho de que le gustes o no. Por lo tanto no debes guiarte ni por tu aspecto físico, ni por el aspecto físico de los demás. Siempre tienes que ir detrás de lo que te gusta, ya que ir detrás de alguien que no te gusta lo suficiente, es perder tu tiempo y hacérselo perder a los demás y cuesta el mismo esfuerzo que ir detrás de alguien que te gusta. Recuérdalo, esta es la regla de oro número 3
La tercera regla de oro a la hora de abordar mujeres
La disponibilidad de una mujer depende de sus gustos y de su mentalidad, no del aspecto físico que ella tenga.
Con esto hemos pasado en revista los temas más importantes de la atracción, o mejor dicho las reglas generales. Siempre hay que tener en cuenta esetos concepto, sea la que sea la situación en la cual queremos abordar a alguien.